Cómo matar el aburrimiento en el trabajo
El trabajo es uno de los sitios en los cuales pasamos la mayor parte de nuestro tiempo; por lo cual aburrirnos en el puede ser normal. Quizás la monotonía, el exceso (o falta) de tareas por hacer, un jefe fastidioso o compañeros amargados, suelen ser motivos suficientes para aburrirte. Por ello, te traemos esta lista de 9 cosas que puedes hacer para que no te aburras en tu trabajo ¡manos a la obra!
Instala un virus en el ordenador de tu jefe
Si eres aventurero, atrevido, te gusta la adrenalina y no le tienes miedo a nada (ni a tu jefe) ¡adelante! instálale un virus en su ordenador. Puedes pedir ayuda a un compañero; pero eso sí, procura no escoger a uno muy cobarde o chismoso. O si no, hazlo tú solo, y disfruta ver cómo tu jefe se vuelve loco tratando de eliminarlo.
Si no quieres instalarle un virus como tal, puedes descargar algunas aplicaciones que simulan el formateo del sistema, originan errores de Windows cuando quieras; o simulan que borran programas. Esto asustará a tu jefe y te hará vivir algunos minutos de diversión. Eso sí, no nos hacemos responsables si alguien se queda sin trabajo ¡ups!
Compra un pedo líquido
Desde tiempo inmemorables las mejores bromas se hacen con pedos líquidos. Muchos las utilizan en la escuela para no ver clases y molestar a sus compañeros, pero ¿quién lo hace en un trabajo? ¡solo un valiente!
Nadie tiene porque enterarse que fuiste tú. Pueden pensar que fue alguien con problemas de estómago o aquél compañero que siempre deja los baños olorosos ¿quién desconfiaría de ti?
Tu jefe, tus compañeros y si no tomas las precauciones, tú también, no aguantarán el olor del pedo líquido; y lo más probable es que no trabajen por unas cuantas horas, a menos que a tu jefe le guste el olor.
Dile a tu jefe que estás aburrido
La mayoría de las veces cuando los niños le dicen a sus madres que están aburridos o que no tienen nada que hacer, ésta puede milagrosamente sacar una lista interminable de oficios y quehaceres del hogar que pueden «entretener» al pobre niño. Eso seguramente te pasó a ti y es que ¿a quién no? pues déjame decirte que los jefes son iguales.
Si no aguantas el aburrimiento, acércate a tu jefe y con seriedad dile que estás aburrido. Te aseguro que pasarán dos cosas: o tu aburrimiento llegará a su fin, con la cantidad interminable de tareas que tendrás por hacer; o simplemente te aburrirás más, con todo lo que te colocarán pendiente. Así que si eres lo suficientemente valiente y estás dispuesto a asumir lo que se te viene ¡hazlo!
Coloca una bocina debajo de las sillas de tus compañeros
Esta broma es ideal para hacerla cuando estés muy aburrido o en algún momento de tensión y estrés. Coloca una bocina debajo de la silla de alguno de tus compañeros y diviértete viendo la cara de susto que pone cuando se vaya a sentar.
Nadie tiene que saber que fuiste tú, asegúrate de colocar la bocina temprano en la mañana, cuando nadie haya llegado aún, o cuando ya todos se hayan ido.
Envuelve el teléfono de tu compañero con goma elástica
Otra broma que puede resultar muy chistosa es que envuelvas el teléfono de alguno de tus compañeros (escoge a ese que más llaman) con goma elástica, coloca tantas, que sea casi imposible contestar el teléfono.
Diviértete viendo lo nervioso que se pone tu compañero mientras intenta sacar esas ligas, para poder contestar las mil llamadas que entran a su teléfono. Además, morirás de risa también con las reacciones de tus compañeros al oír sonar el teléfono cada cinco segundos sin parar. Recuerda fingir también que te molesta el ruido, para que no desconfíen de ti.
Finge ser Cupido
Fingir ser Cupido es una broma que te causará diversión no solo un día, sino varios días, incluso semanas. Y lo mejor de todo, es que hasta puedes lograr unir dos corazones.
En esta divertida forma de entretenerte, deberás conseguir a dos víctimas. Puedes escoger a esos dos que se caen mal (del odio al amor hay un paso), o a ese chico tímido con la chica más bella de la oficina ¡en fin! solo basta que elijas a tus dos víctimas y pongas manos a la obra.
Comienza dejando notas secretas en el escritorio de cada uno de ellos, dulces, chocolates, y poco a poco ve danto pistas para que piensen que es la otra persona y no tú (obviamente, no vayas a quedar enredado en un triángulo amoroso). Disfruta viendo las caras que ponen cada vez que leen las notas, o cuando se encuentran entre ellos en la impresora, gozarás un montón.
Escóndele la comida a alguno de tus compañeros
La hora del almuerzo, es esa hora sagrada que todos deseamos cuando estamos en el trabajo. ¿Qué pasaría si alguno de tus compañeros (el más ansioso por comer), no consigue su comida? pues eso puedes saberlo si se la escondes.
Puedes dejarle alguna pista de dónde se encuentra, vamos, no tienes que ser tan malo y dejar al pobre pasando hambre. Sólo diviértete con su cara de tragedia cuando no vio su almuerzo, y ríe con su cara de alivio cuando la consiga.
Crea una cadena de carcajadas
No es un secreto para nadie que la risa es contagiosa; podemos oír a una persona reír y al cabo de los segundos también estarás riendo y todos en la habitación también lo estarán. Y es que nuestro cerebro sencillamente está programado para ello; así que aprovéchate de esto y crea una cadena de carcajadas que te harán pasar un rato divertido y desestresante entre tanto trabajo.
Comienza viendo algún vídeo que te cause mucha gracia o sencillamente ríete con algún compañero, verás que poco a poco los demás comenzarán a reírse también (hasta el más amargado lo hará).
Bríndale un café con sal a tus compañeros
Juégale una pequeña broma a tus compañeros, ofréceles un café y diviértete viendo la cara que ponen cuando se dan cuenta que es café salado. A muchos quizás les de tos y otros hasta escupan el café; eso sí, procura estar bien lejos, no vaya a ser que tu cara termine llena de café salado.